martes, 28 de septiembre de 2010

Hacer etnografía en la propia comunidad: problemas de expectativas, atribuciones y responsabilidades. [Sebastián Díaz Iglesias]

La importancia de este texto radica, principalmente, en el contraste que realiza el autor al comparar el estudio etnográfico en una comunidad diferente  a la del investigador y en la propia comunidad éste.

En ese sentido el autor manifiesta que existen ventajas y desventajas, al realizar una investigación en nuestro entorno más próximo, dependiendo de la perspectiva que tengamos: elegir el lugar de la investigación, el tema o temas que nos interesen conocer de ese grupo en específico, la metodología con la que vamos a abordar dicha problemática entre otras cosas.

Hay cosas que se facilitan al realizar la investigación en  nuestra propia comunidad: “Sin duda, pertenecer al grupo social que se investiga facilita el acceso, disminuye la reactividad, se controla o al menos matiza la subjetividad, permite un mayor volumen de información, pero también nos evita enfrentarnos al, a veces traumático, proceso de segunda socialización, nos salva de los problemas de traducción cultural, permite el manejo desde el inicio de los códigos vigentes en el propio grupo, posibilita un trabajo de campo que puede seguirse a lo largo de muchos años, aunque mantiene la necesidad de cierto desplazamiento moral, elimina en gran medida el desplazamiento físico, y en general, las condiciones de la investigación son más favorables que las condiciones típicas que afectan cuando estudiamos a esos otros más lejanos”  (Díaz Iglesias, 2005: 2)

Luego el autor pasa a describir brevemente el ritual que él ha estudiado para narrar, después, las dificultades a las que se tuvo que enfrentar al estudiar un fenómeno que no tenía nada de extraño para él, como individuo, que pertenece a este grupo social y que ha interiorizado comportamientos, normas y valores propios de esta comunidad frente a este ritual religioso, como cuando cuenta el autor que sus compañeros de estudios consideraban que era un comportamiento salvaje tirarle nabos al Jarramplas, y para él era algo divertido que le generaba ciertas emociones en ese contexto especifico.

También para las personas de la comunidad que conocen al etnógrafo, y lo ven actuando de diferente forma “a la normal” cambian la forma de ver a esta persona, e incluso crean ideas sobre lo que este individuo esta haciendo con la información que ha recogido, o para que finalidad la quiere.

El texto finaliza con la reflexión del autor manifestando que lo que ocurre cuando el etnógrafo estudia su propia comunidad es que la realidad que nos rodea ya no se puede ver de la misma forma. Lo mismo ocurre para las personas de la comunidad que conocen al investigador ya no lo vuelven a ver igual.

Bibliografía:

 Díaz iglesias, Sebastián
2005              Hacer etnografía en la propia comunidad: problemas de expectativas,atribuciones y responsabilidades. Revista de Antropología Experimental  N° 5. Texto 7. Universidad de Jaén. España. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario